Todo empezó con un simple mensaje en Metro Flog, cuando un joven valiente se atrevió a dejar un comentario en mi perfil. Yo una adolescente curiosa, no pude evitar sentirme sorprendida y atraída por su audacia así que lo agregué en Messenger.

Al principio, nuestras conversaciones eran esporádicas llenas de preguntas sobre lo que nos gustaba, nuestros hobbies y pasatiempos pero poco a poco, esas charlas se convirtieron en algo más profundo. Noches enteras nos encontrábamos riendo, coqueteando, y disfrutando de la compañía del otro aunque fuera a través de una pantalla.

Conocernos en persona fue casi irreal y cuando llegó el momento en que él me pidió ser su novia me parecía aún más increíble pero aquí estamos años después habiendo pasado por alegrías, peleas, amor, altibajos y éxitos que hemos compartido juntos.

Hoy estamos a punto de dar el siguiente gran paso en nuestra historia y no podría estar más emocionada de seguir escribiendo este capítulo a su lado.


La historia empieza en las redes sociales, específicamente en la plataforma Metroflog. Mientras exploraba perfiles, me topé con una foto suya que me llamó mucho la atención, se veía increíblemente guapa.

Sin pensarlo dos veces, le dejé un comentario diciéndole lo bonita que se veía y, con algo de nervios, añadí mi correo electrónico, esperando que me agregara por Messenger.

En mi interior, no tenía muchas expectativas. Pensaba que era muy poco probable que me respondiera, y mucho menos que me agregara para conversar. Pero para mi sorpresa y suerte lo hizo, ese fue el inicio de nuestra historia. Pasamos horas y horas platicando día y noche, conociéndonos cada vez mejor, compartiendo nuestras vidas y sueños.

El siguiente paso fue conocernos en persona, recuerdo ese momento como si fuera ayer quedé completamente flechado.

Supe en ese instante que ella era la persona con la que quería compartir todos mis sueños.

Y hoy aquí estamos, listos para dar un gran paso hacia uno de esos sueños: Nuestra boda.